¿Qué significa ser una Universidad Salesiana?

La Universidad Católica Silva Henríquez es una comunidad formada por académicos, trabajadores y estudiantes, que busca la excelencia a través de la calidad de su docencia, investigación, vinculación con el medio y de la vida universitaria, todas potenciadas por la fe en fidelidad al carisma salesiano de promoción de la dignidad de la persona a través de la educación como de su protagonismo humano, profesional, social y eclesial; una formación cultural abierta a la persona en su contexto y con un claro sentido de solidaridad; un perfil profesional integral que incluya la competencia profesional, la capacidad personal de compromiso y solidaridad social, civil y política, apertura a los valores y al encuentro personal y comunitario con Dios.

La Encíclica Ex Corde Ecclesiae explicita claramente la naturaleza y el propósito de las Universidades Católicas, las que se constituyen como una comunidad académica, que, a través de la rigurosidad y la crítica, pretenden contribuir al desarrollo de la dignidad humana y la herencia cultural a través de sus investigaciones, la enseñanza y los servicios que ofrecen a los distintos lugares en que estén ubicadas. Además, se garantiza constitucionalmente la autonomía institucional y la libertad académica, en base a los derechos de la personas y de la comunidad, dentro de las exigencias propias de la academia y del bien común. Con esto se precisa claramente el carácter académico de la institución y su semejanza con las universidades no confesionales, vale decir, como universidad no se diferencia de las demás y como ellas están llamadas a la excelencia. El sustantivo universidad se substancializa en el saber y el adjetivo católica se encarna en el conocimiento de la verdad y la coherencia con valores y principios.

La relación entre una identidad que se construye y una misión que se alcanza es fundamental relevarla internamente, expresarla coherentemente, comunicarla amablemente y compartirla comunitariamente. La identidad que nos anima deambula por todas y cada una de las actividades de la universidad, expresa lo más propio, pero a la vez lo menos visible de nuestra institución. La identidad católica de nuestra universidad es una metáfora, un horizonte y un anhelo, pero también una certeza, un abrigo y una complicidad. El reconocernos protagonistas en la formación de una comunidad universitaria significa reconocernos cómplices de un objetivo común, de una tarea colectiva que se delata en una sintonía tácita que se expresa desde el saludo matinal, pasando por la preocupación por el otro y otra hasta en las altas decisiones institucionales. Los valores son decisiones, es decir, están fundados en la libertad, pues expresan una opción, una elección que se valida socialmente: nunca un valor es individual o autónomo, siempre es social y vinculante, pues nunca elegimos sin considerar al otro y menos que nuestras elecciones tengan una consecuencia en el otro.

La Universidad Salesiana es una universidad del compromiso social teniendo como eje el desarrollo de los jóvenes talentosos, pero desventajados social y culturalmente. En este sentido, la universidad debe ser el motor de promoción de una juventud en desigualdad de oportunidades que el sistema económico niega; en la que el sistema educacional segrega; en la que la familia fragilizada abandona; en otras palabras, ofrecer a los jóvenes lo que hoy su época le objeta. Pero el Cardenal Salesiano Silva Henríquez, nos recuerda que la universidad es un instrumento no solo de capacitación o profesionalización, sino un instrumento de dignificación de la persona, de integralidad, de pensamiento crítico, de humanización al servicio del bien común, de liberación y de salvación.

La universidad del Cardenal es una universidad que ha escuchado el llamado, asumido el desafío y comprendido los alcances de responder a la evangelización de la cultura a través de la educación como medio de promoción de la dignidad, el desarrollo de la persona y del país. Esto quiere decir, ser una universidad cuyo eje es la vida académica, el trabajo docente y la investigación que le permita cumplir su Misión y Visión. Ser una universidad con identidad, es decir, una universidad cuya opción sea desarrollar al máximo las potencialidades de nuestros jóvenes y proyectar su vida con sentido a pesar de las desventajas socioculturales y económico-políticas. Esto se expresa en ser una universidad cuyo centro sea el desarrollo integral de los jóvenes, especialmente, de los desfavorecidos de nuestra actual sociedad marcada por lo económico como valor de ordenamiento cultural y de este modo de la familia humana, ofreciendo una educación superior de excelencia a todos quienes puedan beneficiarse de ella, especialmente a los jóvenes talentosos provenientes de sectores socialmente desfavorecidos.

¿Qué significa entonces, ser una Universidad Salesiana? Cómo primer elemento, creo indispensable el constituirse en una comunidad formativa con un claro énfasis educativo-pastoral, es decir, una comunidad cuyo centro ser una comunidad académica que cultive el saber y esté orientada a la excelencia en su disposición del conocimiento y que su finalidad es aportar a la formación integral de la persona que constituye la comunidad universitaria. No habrá Universidad Salesiana sino se sitúe en el centro de ella a la comunidad que busca la verdad y persigue un desarrollo integral de cada uno de los miembros de ella para ser un real aporte al desarrollo del país.

Además, la historia de la UCSH atestigua que el horizonte al cual se aspira, es el de un proyecto institucional claro, atendiendo al contexto social que quiere responder, cómo lo va a hacer, dónde y a quién quiere atender. No hay que olvidar que este Proyecto no hace otra cosa que buscar la fidelidad de nuestras acciones con la Misión, Visión, Objetivos y Valores que se expresará en el aporte de futuros profesionales al país y las temáticas que queremos ser referentes para la sociedad.

Una Universidad es Salesiana cuando este proyecto formativo educativo-pastoral se realiza en Comunidad que busca conjuntamente el saber y que se acompaña en un ambiente de familia, en el que tanto los académicos crecen en el desarrollo de sus disciplinas, los trabajadores en las labores que realizan diariamente y los estudiantes crecen como personas y profesionales, y todos ellos, hacen crecen a la Comunidad universitaria salesiana como un espacio de valores animado por una propuesta pastoral de acompañamiento, confianza, optimismo y respeto.

Dr. Fernando Vergara Henríquez

Vicerrector de Identidad y Desarrollo Estudiantil