Hace ahora 177 años, un 8 de diciembre de 1841, se produjo en Turín un encuentro para la historia. Me estoy refiriendo al encuentro entre don Bosco y Bartolomé Garelli en la sacristía de la Iglesia de San Francisco de Asís.

Para los cristianos el tiempo no es solo una sucesión de momentos sino que es sobre todo historia de salvación. En aquel encuentro, Dios estaba pidiendo a un joven sacerdote que cuidara de los jóvenes de Turín porque andaban como ovejas sin pastor. Se lo hizo saber a través de un joven emigrante que se buscaba la vida como podía, y que en aquel día de la Inmaculada entró en una Iglesia para no pasar frío. Aquel día, Dios estaba pidiendo a don Bosco que cuidara de los muchachos y estos le enseñaron la manera.

En aquel encuentro podemos ver en germen el carisma salesiano. Un carisma que tiene una de sus fortalezas en la relación. Nuestra manera de hacer pastoral sabe lo importante que son las relaciones. Para nosotros es fundamental: estar cercano, ser amable, ser amigo, buscar puntos de encuentro, hablar un lenguaje que entiendan los jóvenes, estar abierto a su cultura, saber escuchar, buscar una salida positiva.

El voluntariado en el marco de la Educación Superior se refiere a la generación de espacios en
donde convergen por una parte, las inquietudes solidarias de jóvenes estudiantes y por otra, las
realidades de vulnerabilidad social presentes en nuestra arquidiócesis, propiciando que estos
como voluntarios, puedan tener una experiencia de encuentro a través del servicio concreto a
grupos vulnerables. Para tal efecto desde las instituciones de educación superior se generan
instancias de acompañamiento y asesoría de manera de facilitar el compromiso de los jóvenes
con las problemáticas sociales, a partir de un trabajo conjunto de planificación con las
organizaciones de la comunidad.

El voluntariado implica la articulación entre las instituciones de educación superior y la sociedad.
En los últimos años se ha incrementado la toma de conciencia por parte de estas instituciones
respecto de su misión social, en la medida que tiene la posibilidad de contribuir a la formación de
jóvenes con compromiso social y por otro, de incidir en la calidad de vida de grupos específicos.
Sin embargo, es importante conocer el impacto de dichas experiencias, el perfil de los jóvenes
participantes y el nivel de protagonismo de estos en el desarrollo de las experiencias de
voluntariado.

El sábado 17 de noviembre en el Colegio Sagrados Corazones de Alameda fue el encuentro informativo y preparatorio para la JMJ, donde contamos con la presencia de la Embajadora de Panamá en Chile, nuestros peregrinos asistieron a la reunión compartiendo experiencias y desafíos para la JMJ

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